miércoles, 3 de marzo de 2010
PAUTAS PARA ORIENTAR A LAS FAMILIAS SOBRE LA DISCIPLINA
La socialización implica disciplina: los niños/as deben “someter” su voluntad para poder desarrollar comportamientos y actitudes que favorezcan la vida en común. Pero no sólo es por el interés “social”: la disciplina bien llevada, que guarde el equilibrio entre firmeza, afecto y flexibilidad, promueve la capacidad de autorregulación en el niño/a, de planificar su conducta, tomar decisiones, de controlar sus deseos y emociones, demorar gratificaciones, etc.
¿Qué pasa cuando no hay límites al comportamiento del niño/a?
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